Perdida en la habitación…
El tiempo pasa en el reloj de pared con un tic tac que se clava en la sien, y el cubículo color amarillento por el humo de tabaco, contiene una mesa de color cerezo sobre la que se apoya el ordenador de sobremesa, un silla giratoria sin apenas respaldo, y unos cuantos folios escritos a mano por una cara. Una cama sirve de sofá durante el día, y una almohada de cojín.
Anexa a esta habitación, una cocina de azulejos grandes hasta la mitad de la pared y una ventana a cuyos pies hay colocada una jaula, dónde permanece un conejo de color marrón oscuro.
Un pequeño cuarto de baño cierra este pequeño mundo de existencia.
Perdida en mi habitación, en algún lugar, se me pasa el tiempo…
No tengo prisa, pero la prisa me llena.
Decido salir y buscar la inspiración para resolver mi nuevo enigma.
El tiempo pasa en el reloj de pared con un tic tac que se clava en la sien, y el cubículo color amarillento por el humo de tabaco, contiene una mesa de color cerezo sobre la que se apoya el ordenador de sobremesa, un silla giratoria sin apenas respaldo, y unos cuantos folios escritos a mano por una cara. Una cama sirve de sofá durante el día, y una almohada de cojín.
Anexa a esta habitación, una cocina de azulejos grandes hasta la mitad de la pared y una ventana a cuyos pies hay colocada una jaula, dónde permanece un conejo de color marrón oscuro.
Un pequeño cuarto de baño cierra este pequeño mundo de existencia.
Perdida en mi habitación, en algún lugar, se me pasa el tiempo…
No tengo prisa, pero la prisa me llena.
Decido salir y buscar la inspiración para resolver mi nuevo enigma.